HISTORIA CHINA DE FANTASMAS III, UNA (Siu-Tung Ching & Tsui Hark) / 1991: Jacky Cheung, Shun Lau, Siu-Ming Lau, Yuk-Ting Lau, Tony Leung Chiu Wai, Nina Li Chi, Joey Wang.

   Fong (Leung, visto en Hervidero, John Woo, 1992; Deseando amar, Wong Kar Wai, 2000; Héroe, Zhang Yimou, 2002; o Acantilado rojo, John Woo, 2008), un joven monje, y su maestro, caminan durante su peregrinación por un bosque encantado, topándose con el Templo de la Orquidea, habitado por hermosos y mortíferos espíritus que atraen a los hombres hasta él para acabar con ellos cruelmente. En su intento por eliminar a los fantasmas, Fong se enamorará perdidamente de Loto (una hermosísima Wang, que repite después de su aparición en las dos primeras partes -Una historia china de fantasmas, Siu-Tung Chin, 1987, y Una historia china de fantasmas II, ídem, 1990-), uno de los espectros más peligrosos y el preferido del poderosísimo Diablo del Árbol (Siu-Ming Lau, que también vuelve a la saga en el mismo papel de las dos películas precedentes).

   Nos encontramos ante la tercera entrega de una saga más que conocida en los países asiáticos, resultando ser, más que una continuación, un remake del filme que inauguró la serie, y una suerte de relato lleno de fantasía (nunca de terror, pese a la aparición de múltiples fantasmas -atención a la impresionante belleza de todas y cada una de ellas- de cabellos largos al estilo de los kwaidan eiga que nos aterrorizaron a finales de los noventa y principios del nuevo milenio. Merece especial atención el capítulo que se desarrolla en el Árbol de los Espíritus, con Fong intentando seleccionar la vasija que contiene las cenizas de su amada, para así liberarla del Diablo del Árbol); épica (todo el metraje está salpicado de persecuciones o luchas en las que predomina la magia, los hechizos y los vuelos de los personajes -resultando un tanto excesivas en ocasiones-); sentimientos (es imposible resistirse a la bonita historia de amor entre Fong y Loto, dos personajes entrañables, carismáticos y joviales, que luchan por permanecer juntos pese a todas las adversidades que se les presentan); y sentido del humor (cada uno de los personajes, en especial la pareja protagonista -atención al simpático e incansable juego de seducción que despliega Loto a lo largo de la primera mitad de metraje para conquistar al monje- y Yin -Cheung-, el perseverante guerrero que persigue con un ábaco a Fong y su maestro para cobrarles sus servicios, destacan en este apartado).

(6/3)