AHORA EMPIEZAN LOS GRITOS (Roy Ward Baker) / 1973: Peter Cushing, Herbert Lom, Patrick Magee, Stephanie Beacham, Ian Ogilvy, Geoffrey Whitehead, Guy Rolfe, Rosalie Crutchley, Gillian Lind, Sally Harrison.
La joven Catherine (interpretada por la bellísima Beacham, vista en La viuda del diablo, Roddy McDowall, 1970; Los últimos juegos prohibidos, Michael Winner, 1971; Drácula 73, Alan Gibson, 1972; y Esquizofrenia, Pete Walker, 1976) se muda a la mansión de su prometido, Charles Fengriffen (Ogilvy, habitual del género en películas como La sorella di Satana, Michael Reeves, 1966; Los brujos, ídem, 1967; El general Witchfinder, ídem, 1968; Cuentos de ultratumba, Kevin Connor, 1968; La muerte os sienta tan bien, Robert Zemeckis, 1992; y Puppet master 5, Jeff Burr, 1994). Pronto comenzará a ser testigo de diversas apariciones, protagonizadas por un individuo al que le falta una mano y los ojos. La muchacha intentará indagar acerca del pasado del caserón, pero todos aquellos que pretenden contarle los sucesos acaecidos en el mismo tiempo atrás fallecen misteriosamente (el abogado de la familia muere asesinado a hachazos en el bosque, la tía de la joven sufre un supuesto infarto, y una de las sirvientas cae “accidentalmente” por las escaleras). Ante el cariz que toma la situación, con Catherine empezando a dudar de su cordura, su esposo tomará la decisión de recurrir a una eminencia en desórdenes mentales, el doctor Pope, al que da vida Cushing, imprescindible en este tipo de producciones.
Una más de las típicas producciones de la Amicus (principal competidora de la Hammer, junto a la Tigon –aunque ésta en menor medida-), de ambientación gótica y marcado tono granguiñolesco, en la que se nos narra la venganza de ultratumba de Silas (Whitehead), un sirviente que es torturado por su señor después de negarse a que éste tomase a su esposa la misma noche de bodas (en una escena en la que el grado de indignación del espectador crece a medida que observa impotente la injusticia cometida y como ésta se torna inevitable cuando la joven es violada y su marido es posteriormente desmembrado cuando intenta protegerla). La inmediata maldición que lanza el hombre a su verdugo, jurando venganza sobre los descendientes de éste, no hace más que ampliar el halo de tragedia que cubre el relato (prolongado aún más si cabe cuando nos cuentan el destino trágico de la desgraciada pareja), pues dicho desagravio tomará objetivo en la inocente protagonista y en el hijo nonato de ésta (cuando éste nace, observamos que tiene la misma mancha de nacimiento que el sirviente). El final, poco esperanzador, nos muestra a Charles, preso de la locura, profanando la tumba de Silas y estrellando sus restos contra la lápida, mientras que Catherine, también ida, sostiene a su vástago en su regazo, y Pope abandona la residencia sabiéndose derrotado.
Nos encontramos ante un entretenido filme, más sangriento de lo esperado, y con unos logrados FX para la época (atención a la primera aparición de la mano cercenada, arrastrándose por el suelo), con un reparto de categoría, sumándose a los mencionados anteriormente otros habituales del género (y especialistas en las mencionadas Hammer y Amicus), como Magee (Dementia 13, Francis Ford Coppola, 1963; La máscara de la muerte roja, Roger Corman, 1964; La maldición de la calavera, Freddie Francis, 1965; El monstruo del terror, Daniel Haller, 1965; Condenados de ultratumba, Freddie Francis, 1972; Refugio macabro, Roy Ward Baker,1972; Demonios de la mente, Peter Sykes, 1972; El gato negro, Lucio Fulci, 1982; y El club de los monstruos, Roy Ward Baker, 1981) o Lom (El fantasma de la ópera, Terence Fisher, 1962; Las torturas de la inquisición, Michael Armstrong, 1970; El conde Drácula, Jesús Franco, 1970; El retrato de Dorian Gray, Massimo Dallamano, 1970; Asesinatos en la calle Morgue, Gordon Hessler, 1971; Refugio macabro; Diez negritos, Peter Collinson, 1974; La zona muerta, David Cronenberg, 1983; La secta, Michele Soavi, 1981), y con el genial Ward Baker en labores de dirección.
(6/4)
CARÁTULAS Y POSTERS
TRAILER USA 1
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