ANGUSTIA EN EL HOSPITAL CENTRAL (Jean Claude Lord) / 1982: Michael Ironside, Lee Grant, Linda Purl, William Shatner, Lenore Zann, Harvey Atkin, Helen Hugues, Michael J. Reynolds, Kirsten Bishop, Deborah Kirshenbaum.
Colt Hawker (Ironside, todo un referente para los amantes del terror, visto en multitud de películas de dicho género) es un peligroso maníaco que intenta asesinar a Deborah Ballin (Grant, vista en La maldición de Damien, Don Taylor, 1978), una periodista feminista que inicia una campaña en su programa de televisión contra aquel a raíz de la agresión que propina a su esposa, dejándola en coma. Ese frustrado primer intento en el hogar de la mujer volverá a repetirse en el hospital en el que ésta es ingresada a causa de las heridas sufridas durante el ataque. Hawker no tendrá reparos en eliminar a todo aquel que se interponga en su camino con tal de cumplir su objetivo.
En 1982 se estrenó esta película cuyo argumento y localización (un asesino se adentra en un sanatorio para liquidar a una víctima que consiguió salir con vida de un encuentro anterior entre ambos) recuerda más que ligeramente a los de Halloween II: Sanguinario, la segunda entrega de las andanzas de Michael Myers dirigida por Rick Rosenthal un año antes de que se realizase el filme que nos ocupa. Sin ceñirse estrictamente a los parámetros del subgénero (conocemos al asesino desde el principio, no se intenta utilizar la música y el sonido para generar tensión o terror…), sí que tenemos otros elementos que permiten englobarlo en él (trauma infantil del criminal; lugar grande y solitario donde desarrollar la acción, pese a que esté lleno de policías que, casualmente, nunca están donde deben; asesinatos más o menos sangrientos pero definitivamente crueles -el primero que acontece en el hospital, con Hawker cortando el tubo que suministra oxígeno a una anciana en la habitación de ésta, dejándola agonizar hasta que muere por asfixia mientras le saca fotografías, o el de Vinnie Bradshaw -Atkin-, al que mata sin ninguna razón aparente-). Eso sí, no nos libramos de los vicios habituales, como el comportamiento irracional de alguno de los personajes (la escena en la que Colt se adentra en el quirófano donde operan a Deborah disfrazado de médico, sin hacer absolutamente nada. ¿Para qué arriesgarse así?; la huída de la enfermera Sheila Munroe -Purl- a su casa sin solicitar ayuda a ningún policía, aún sabiendo que Hawker se encuentra allí con sus dos hijos y la niñera; la insistencia de Baylor -Shatner, completando un atractivo reparto- y de las enfermeras en no prestar atención a Deborah, tratándola como si fuese una paranoica, pese a que el asesino ya ha actuado varias veces…), y el nulo atractivo de casi todos ellos.
(4/2)