BOOGEYMAN: LA PUERTA DEL MIEDO (Stephen T. Kay) / 2005: Barry Watson, Emily Deschanel, Skye McCole Bartusiak, Tory Mussett, Andrew Glover, Lucy Lawless, Charles Mesure, Philip Gordon, Aaron Murphy, Jennifer Rucker.
Tim (interpretado por un desconocido Watson, solo recordado por un pequeño papel en la mediocre Secuestrando a la Srta. Tingle, Kevin Williamson, 1999) es un niño que pierde a su padre cuando un extraño ser (el boogeyman del título, cuyo equivalente en nuestro país sería el hombre del saco) sale del armario de su habitación, llevándoselo consigo para siempre. El paso de los años no consigue que el joven olvide aquel incidente del que solo él fue testigo, y cuando el monstruo regresa para hacer daño a sus seres queridos, tendrá la ocasión de vengarse y de demostrar que su padre no huyó abandonándoles a él y a su madre sin dar explicaciones, tal y como sus conocidos creen.
Pese a que el punto de partida sea bastante absurdo, quizá es el principio del filme lo más logrado del mismo (el momento del ataque al padre de Tim, creándose una atmósfera previa bastante efectiva, en el que el niño, solo en la habitación, parece verse amenazado por todos los objetos, en un principio inofensivos -el muñeco que proyecta su amenazante sombra; la chaqueta apoyada en la silla, que parece cobrar forma humana, dirigiéndose hacia el pequeño-, que la pueblan), pues luego deriva claramente a la típica película de sustos (eso sí, sin una sola gota de sangre) que intenta aprovechar los golpes de efecto para causar miedo (ruidos de puertas que se entreabren; habitaciones abandonadas y polvorientas, con enormes cortinas de aspecto fantasmagórico), utilizando para ello todo tipo de artimañas más aparatosas que prácticas (sonidos que no vienen a cuento; ángulos de cámara que pretenden crear atmósferas opresivas y que solo consiguen marear -aunque destaca, pese a su obviedad, ese contrapicado de la casa, con Tim en primer término, pareciendo que aquella se cierne amenazante sobre el joven-).
Parecen obvias las influencias de la muy superior En la oscuridad, Jonathan Liebesman, 2003 (el niño que pierde a un familiar directo a manos de un monstruo, siendo perseguido el resto de su vida por los recuerdos y por el hecho de que nadie le cree. Pese a todo, el engendro de aquella, obra del genial Stan Winston, es infinitamente superior al ser digital, sumamente cutre, de la película de Kay), y del cine de terror asiático que nos invadía a principios del milenio (de hecho, la productora Ghosthouse Pictures, de Sam Raimi y Robert Tapert, también produjo los remakes de La maldición, Takashi Shimizu, 2003, y La maldición 2, ídem, 2003 –tituladas El grito, 2004, y El grito 2, 2006, y dirigidas por el mismo Shimizu-).
En definitiva, excesivamente lenta, rutinaria y light, aunque cuente con un cameo de Lucy Lawless (convertida en leyenda por sus papeles de Xena en Xena: La princesa guerrera, de Lucretia en Espartacus: Sangre y arena, y para mí, y sobre todo, de D´Anna Biers en la –nunca me cansaré de decirlo- magistral e imprescindible Galáctica: Estrella de combate) como la madre de Tim y con Emily Deschanel (hermana de Zooey Deschanel y protagonista de Bones) en un papel protagónico.
(3/0)
CARÁTULAS Y POSTERS
TRAILER USA 1
TRAILER ESPAÑA 1
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