CHICOS DEL MAÍZ 5: CAMPOS DE TERROR, LOS (Ethan Wiley) / 1998: Stacy Galina, Alexis Arquette, Eva Mendes, Greg Vaughan, Angela Jones, Ahmet Zappa, Fred Williamson, Dave Buzzotta, Olivia Burnette, Adam Wylie, David Carradine, Aaron Jackson, Matthew Tait, Kane Hodder, Jennifer Badger.
Tras la pequeña dosis de calidad insuflada por el anterior capítulo de la saga (Los chicos del maíz 4: La reunión, Greg Spence, 1996), ésta volvió a su mediocridad habitual de la mano del director de House 2: Aún más alucinante, 1987.
En este caso, seis chicos llevan las cenizas de un amigo no se sabe a donde, pues nunca se explica, tratándose de una absurda excusa argumental (más bien parece que vayan de fiesta, pues la pareja que va primero -y que no tardan en morir: Ella desaparece del coche en… ¡¡Un segundo!!, que es el tiempo que él tarda en bajarse del mismo, adentrándose en los campos a coger mazorcas, y muriendo bajo la azada de uno de los jóvenes. Él será absurdamente placado por otro, y empujado durante decenas de metros hasta ser empalado en una guadaña- se dedica a mostrar el camino a sus colegas colocando muñecas hinchables a lo largo del mismo) para que el grupo se encuentre con el consabido hatajo de muchachos asesinos, que conviven en una enorme casa de campo bajo los cuidados de un pastor (un Carradine en horas muy bajas).
Poco más que añadir, ya que la nómina de actores es lamentable (Galina, es lo más soso visto en una película en mucho tiempo; Arquette, el cuarto de la saga, es el más correcto, aunque se pase en varias ocasiones en su papel de gracioso; Vaughan demuestra porque no ha hecho más papeles de relevancia; Wylie intenta parecer amenazante como el líder del culto, sin conseguirlo nunca; y el debut de Mendes es, simplemente, horrible); la historia carece de sentido (si las razones que llevan a los jóvenes al pueblo son absurdas, aquellas por las que se quedan lo son aún más –la sospecha de que el hermano de la protagonista es uno de los chicos carece de cualquier base-; la decisión de Kir –Mendes- de tirarse al pozo –de su “fortuita” llegada a la ceremonia, que se produce justo en el momento del sacrificio, para el que casualmente no existe una víctima, mejor no hablar- de fuego para satisfacer los designios del dios del maizal tras ser convencida por el mero hecho de ojear un libro sobre el tema es, cuanto menos, risible); y los chicos del maíz vuelven a ser de todo menos terroríficos.
Lo único destacable son los FX de Roy Knyrim (Slugs: Muerte viscosa, Juan Piquer Simon, 1988; Muerto el 4 de Julio, William Lustig, 1997; 2001 maniacos, Tim Sullivan, 2005), que destacan sobre la mediocridad general del filme.
(3/5)
CARÁTULAS Y POSTERS
TRAILER USA 1
TRAILER USA 2
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