GHOULIES 4 (Jim Wynorski) / 1994: Peter Liapis, Barbara Alyn Woods, Stacie Randall, Raquel Krelle, Bobby Di Cicco, Tony Cox, Arturo Gil.

   Veamos: Un policía que en otra vida fue un mago que invocó a los ghoulies en una realidad alternativa, pero que realmente tiene un alter ego malévolo y poderoso (aunque él no lo sepa), metrosexual ochentero para más señas, con ansias de poder; dos seres lamentables y supuestamente graciosos que nadie sabe de dónde diablos salen (¿Son ghoulies? Y si lo son, ¿Por qué no se parecen a éstos, tal y como ya los conocíamos?), con dos sacos cochambrosos como trajes y con máscaras de látex del todo a cien más cercano como único maquillaje (no es broma. O te lo tomas a risa, o te echas a llorar); un compañero del policía que aparece y desaparece cual Guadiana y que, en un momento dado, aprende kárate y le da por intentar matar a su colega; tres macizas impresionantes (una, prostituta y que está liada con el policía en cuestión; otra, superior del mismo, con la que estuvo liado en el pasado y con la que se liará en el futuro; y la última, vestida de cuero en plan sadomasoquista y enseñando pechuga, que se escapa de un psiquiátrico y que es la que intenta invocar al ser que antes fue el policía para volver a cepillárselo tal y como ya había hecho en el pasado con el agente, pero ahora en su versión malvada, que le pone más); efectos especiales cochambrosos y risibles (cada invocación de la otra personalidad del policía es de vergüenza ajena); diálogos que pretenden ser cómicos y resultan chuscos; situaciones lamentables y ridículas; ausencia total de guión que hace que la película sea confusa y absurda… si lo mezclamos todo en una coctelera y agitamos, obtendremos el sinsentido de película que nos ocupa.

(3/1)

CARÁTULAS Y POSTERS

TRAILER USA 1

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