INTERNADO, EL –SORORITY HOUSE MASSACRE- (Carol Frank) / 1986: Angela O´Neill, Wendy Martel, Pamela Ross, Nicole Rio, John C. Russell, Marcus Vaughter, Vinnie Bilancio, Robert Axelrod.

   Actores totalmente desconocidos para ser escabechados por el maníaco de turno en un psycho-killer tardío surgido ya en el ocaso de la moda de los asesinos en serie, que tan flaco favor hicieron al cine de género inundando la pantalla de homicidas enmascarados y secuelas totalmente innecesarias, tanto de las películas que dieron lugar a dicho subgénero, como de cualquier vulgar imitación.

   En este caso, ecos, cómo no, de Viernes 13, Sean S. Cunningham, 1980 (los planos en primera persona donde se oye la respiración entrecortada del psicópata); La noche de Halloween, John Carpenter, 1978 (para ser originales, el demente en cuestión asesinó a toda su familia, siendo, eso sí, incapaz de acabar con su hermanita de 5 años. Cuando ésta se hace mayor, sufre pesadillas en las que ve el rostro de su hermano, que irrumpe de nuevo en su vida escapando previamente del psiquiátrico en el que estaba recluido -lo nunca visto- y acabando, de paso, con todos sus amigos y con cualquier desdichado que se cruza en su camino -eso sí, el tipo es poco original, utilizando un cuchillo como única arma. Además, la mayoría de asesinatos suceden fuera de plano-, todos ellos convenientemente reunidos en la fraternidad del título original, situada en una casa que, por una de esas gloriosas casualidades que solo se dan en el cine de terror, es la misma en la que acontecieron los asesinatos del pasado, dato del todo irrelevante que la protagonista no recuerda debido a un bloqueo mental que padece y que le hace tener una memoria selectiva); y, cómo no, Pesadilla en Elm Street, Wes Craven, 1984 (las niñas jugando en el exterior de la vivienda en una de los sueños que sufre la protagonista y que le advierten del peligro que le espera; el ataque sufrido en clase, cuando la chica vuelve a ser agredida mientras duerme, tal y como le sucediese a Heather Langenkamp en el film de Craven).

   Aburrimiento sin límites, falta total de originalidad y todos los tópicos habidos y por haber para una flojísima película que se constituye como uno de los más paupérrimos slashers de la década de los ochenta.

(3/2)

CARÁTULAS Y POSTERS

TRAILER USA 1

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