SOMOS LO QUE HAY (Jorge Michel Grau) / 2010: Adrian Aguirre, Miriam Balderas, Francisco Barreiro, Carmen Beato, Alan Chávez, Juan Carlos Colombo, Paulina Gaitán, Daniel Giménez Cacho, Miguel Ángel Hoppe, Raúl Kennedy, Octavio Michel, Esteban Soberanes, Humberto Yáñez.

    Una familia mejicana recibe la terrible noticia de la muerte del padre. La desesperanza cunde entre los miembros del clan cuando descubren que la labor que realizaba el progenitor, consistente en cazar seres humanos con los que realizar un extraño rito y que posteriormente servían de alimento a su esposa y vástagos, no es tan sencilla como ellos creían en un principio, viéndose abocados a una extinción casi segura.

    Con esta curiosa premisa realiza Grau su primera incursión en el largo, narrando la historia de una familia de caníbales en la ciudad de México bastante alejada de los cánones habituales del género (véase, sin ir más lejos, dos obras archiconocidas de la década de los 70: La matanza de Texas, Tobe Hooper, 1974, y Las colinas tienen ojos, Wes Craven, 1977, con las que la película analizada tan solo guarda similitudes en su línea argumental), pues el filme abunda en un realismo palpable que le da un tono más verídico que a las películas citadas (la historia se desarrolla en una ciudad; la familia caníbal pueda pasar, en un principio, por un grupo normal), pese a que éstas estén basadas en hechos reales (el asesino en serie Ed Gein la primera y la familia escocesa encabezada por Sawney Beane la segunda), haciendo que las andanzas de la familia mejicana parezcan más próximas y probables que las del clan de Leatherface o las de la secta comandada por Papá Júpiter. La similitud principal con las películas de Hooper y Craven puede ser su casi total falta de sangre, pues los asesinatos se producen fuera de campo (tanto el de la prostituta como el del hombre), lo que no impide que ambos sean estremecedores pese a la elipsis, pues en el primero vemos los golpes que la madre propina a la mujer y en el segundo asistimos a la brutal pelea entre los cuatro miembros de la familia y el varón. Por otro lado, son notables las interpretaciones de los actores que dan vida a cada uno de los miembros del clan, destacando por encima del resto la de Barreiro como el hermano mayor, que ha de recoger el testigo dejado por su padre como líder del clan, componiendo un personaje amoral (nunca se cuestiona que lo que hace sea correcto), lleno de desconfianza hacia todos aquellos que le rodean (véase su relación con sus hermanos o con su madre, que duda de su capacidad de liderazgo), e inexperto (esa primera cacería junto a su hermano, en busca de una presa fácil en forma de niño que vive en la calle, y que culmina en un sonoro fracaso cuando el resto de los críos acuden en ayuda de su amigo, apedreando a los dos jóvenes -por cierto, la escena resulta realmente estremecedora-).

    Estamos ante un buen filme, distinto a lo que estamos acostumbrados a ver en las carteleras, en el que el horror viene de nosotros mismos, de una familia que podría vivir en nuestra misma ciudad, en el portal de al lado, de unos personajes que podrían ser nuestros propios vecinos. El horror tiene lugar entre las paredes de una casa que podría estar pegada a la nuestra. Y nuestra única esperanza, la única manera de atenuar ese horror, es mediante la intervención de un cuerpo de policía formado por agentes corruptos, ególatras, pederastas (la escena en la que las prostitutas le ofrecen al inspector una menor para que elimine a la familia de caníbales que acaban de asesinar a su compañera es impresionante) y que solo buscan su propio beneficio. Aterrador.

(6,5/5)

CARÁTULAS Y POSTERS

TRAILER ESPAÑA 1

TRAILER ESPAÑA 2

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